Villareal: Más ayuda el que no estorba.
A propósito del APRA
por Luis Tacuche
Hace dos días un grupo de estudiantes de ciencias políticas de la Universidad Nacional Federico Villareal (UNFV) organizó un homenaje por los 120 años del natalicio de José Carlos Mariátegui, conmemorando los diversos aportes que este referente político nacional ha dado al país. Como es lamentable tradición, el Comando Universitario Aprista (CUA) boicoteó el evento, agrediendo a los estudiantes organizadores y asistentes a la actividad. ¿La razón?
La razón es también tradición, y es que las actividades que no sean afines a las peripecias politiqueras de su partido no deben ser aceptadas en la UNFV, pues la Villarreal, según su entender enfermizo acerca de esta casa de estudios, “es aprista”. Una vez más, el APRA demostró su actitud matonezca, violentista y antidemocrática, pretendiendo criminalizar la actividad acusando a los participantes y organizadores de ser miembros de “MOVADEF” y/o “terroristas”. Esto con una clara intención de generar una persecución política a los estudiantes; una táctica típica de las dictaduras.
No es la primera vez que sucede esto; en febrero del 2013 se organizó un debate entre las posiciones del “Sí” y del “No” a la revocatoria, en el local central de la UNFV, y como era de esperarse los apristas ingresaron al local arengando: “fuera los caviares” –en su comprender, cualquier cosa que no sea aprista eres algo negativo para la universidad-. Los búfalos, esos apristas con harta masa muscular y poco cerebro, agredieron tanto a los estudiantes asistentes como organizadores expulsándolos, en el colmo de la intolerancia, del local en complicidad con el personal administrativo y de seguridad de ese entonces.
Esto no queda ahí. Con sus acusaciones contra los estudiantes, acusándolos de ser militantes del “MOVADEF”, pretenden estigmatizar la organización estudiantil que constantemente se articula para recuperar o ganar sus derechos, pues direccionan a la opinión pública sobre quienes hacen política crítica y propositiva sin llenarse los bolsillos calificándola como “rojos”. Esta es una campaña constante que sostiene el APRA en la universidad y es necesario, por supuesto, hacer un deslinde tanto con su partido como con MOVADEF. Quienes hacemos política, no politiquería, rompemos y deslindamos categóricamente con ambas ideologías. Los apristas, con sus actos violentistas, demuestran que son casi lo mismo: violencia aprista tanto como violencia senderista.
Y estos apristas, ¿dónde están cuando es necesario defender los derechos estudiantiles?. Están negociando votos y armando cuadros de estudiantes para que postulen y sean cómplices del negocio, parasitando y pudriendo más la imagen académica y política de nuestra casa de estudios, y en el fondo de todo dándole la espalda a los estudiantes. ¿Qué hacen cuando se les propone el debatir? Pues mandan a sus búfalos para agredir, toman palos y estigmatizan a los estudiantes críticos tachándolos de "MOVADEF", de "senderista", o de "rojo", sin ningún argumento ni prueba. ¿Qué proponen para mejorar la universidad?; pues nada, más bien hacen de la UNFV todo un circo para adormecer a los estudiantes. Por ejemplo, al día siguiente de ocurrido estos sucesos -ayer-, se instaló una orquesta de música en el patio del anexo 8, obstaculizando el desarrollo académico y de reflexión política de la universidad, con la mera intención de hacer olvidar la burda agresión aprista -técnica archifujimorista- y de captar jóvenes prestos a sus actos mediocres. Su técnica eterna: dar distractores para olvidar los problemas de fondo en la universidad. “Pan y circo”.
El APRA en vez de aportar, estorba. Solo contribuye a ese tonto estigma de que la Villarreal es aprista, y lo único que genera es mayor rechazo de la población peruana. En la universidad tan solo alimenta el status quo, arrodillándose y conformándose con la injusticia existente, se acomoda a quien les dé más, no argumenta, no critica, no debate, tan solo acusa irresponsablemente, sin pruebas, agrede, violenta, de manera cuasi fundamentalista.
La universidad es el espacio por excelencia para debatir, para repensar la sociedad existente, para formar cuadros académicos y políticos que tomen el rumbo del país. La universidad debe ser un espacio democrático, de debate y reflexión, no podemos ser ajenos a nuestra realidad, la universidad debe existir en función a las exigencias de su historia, debido a las necesidades de su país, de su región. La universidad es un espacio para recuperar aquella práctica política que esté al servicio del pueblo y no de los bolsillos de algunos. Y por cierto, la universidad no le pertenece a un ningún partido.
¡La Villa es del pueblo y no de los apristas!
Escrito por
LA TOMA - la revista universitaria del Perú. Esta es una iniciativa de comunicación alternativa sobre política, educación y cultura.